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¿El color de mi coche afecta al precio del seguro? ¿Los seguros de salud acabarán con la sanidad pública? ¿Los seguros de vida son para la gente mayor? ¿Los seguros son caros? ¿Si tengo una hipoteca ya no puedo cambiar mis seguros?

Existen falsas creencias en el mundo de los SEGUROS que con el paso del tiempo se han perpetuado en la opinión pública. No hay que creérselo todo, sólo porque mucha gente lo diga.

¿Si te duelen las muelas vas al mecánico? No verdad. Por eso mejor preguntar y asesorarse con los que realmente entienden. Somos libres de preguntar y libres en aprender. Ahora te vamos a exponer algunos de eso MITOS:

Mito 1: Las mujeres pagan menos en los seguros de coche.

Las mujeres tienen estadísticamente menos accidentes que los hombres, lo que puede afectar a las primas en años posteriores, pero de salida los precios son iguales para ambos géneros.

Mito 2: Hay que prestarle atención a la letra pequeña.

La letra pequeña ha dejado de existir. No sólo en los contratos de seguros, sino en todo tipo de documentos que, dentro de su texto, contengan leyendas con implicaciones legales.

Mito 3: Un seguro para hogar sólo sirve para robos e incendios.

Que sean los peligros más habituales, no significa que no puedas estar cubierto con otras cosas como daños eléctricos, roturas de cristales, daños por agua… Eso sí, no hay que confundir un seguro de hogar con un seguro de mantenimiento. Una cosa es que tengas un percance y otra es que se estropeen las cosas por su uso.

Mito 4: Como no tengo hipoteca, no necesito seguro de vida.

En el caso de no tener hipoteca serás un afortunado/a, pero eso no te garantiza nada más que una solvencia económica más holgada. Para el resto somos como el resto de los mortales.

Mito 5: Los seguros de vida no son necesarios.

Vivir cuesta y desgraciadamente morir también. En estos momentos tan delicados cualquier ayuda es bien venida y saber que tienes buena gente a tu lado es una garantía emocional.

Mito 6: No puedo cambiar de seguro de hogar mientras no haya pagado mi hipoteca.

Durante el primer año nos obligamos a mantener una permanencia. Una vez pasado ese tiempo somos libres para contratar a quien queramos.

Mito 7: Los coches rojos y amarillos pagan más.

El color no influye en la prima del seguro de coche. Lo que afecta al precio son los años de carnet, tipo y valor del vehículo, los caballos, la edad, antecedentes de siniestralidad y el código postal.

Mito 8: Un seguro de coche a “todo riesgo” cubre hasta las averías.

Este seguro te permite estar cubierto al 100% ante cualquier accidente o fechoría. Tu seguro destinará una grúa si sufres cualquier avería mecánica donde tú quieras, pero el coste de la avería depende del propietario/a del vehículo.

Mito 9: Con mi seguro de coche puedo reclamar cualquier multa.

Es falso. Puede que con tu seguro puedas acceder a cursos para recuperar puntos siempre que no haya sido por conducción temeraria y/o consumo de alcohol o drogas.

Mito 10: El seguro de vida es para gente mayor.

Envejecer es parte de nuestra vida y protegernos por el camino y asegurar a nuestros seres queridos, parte de nuestro legado. Es mejor contratar un seguro de vida cuando uno es joven, dado que la prima es más baja.

Mito 11: Ahorrar es muy difícil.

Es verdad que los Españoles ahorramos poco. ¿Qué fue de eso de tacita a tacita? Al principio puede ser más simbólico que efectivo, pero al final es un “efectivo” nada simbólico.

Mito 12: Si no pasa nada, pierdo el dinero de mis primas.

Las compañías de seguros no venden indemnizaciones. Venden seguridad, cobertura y protección. De hecho, propiciar incidentes que conduzcan al cobro de indemnizaciones es un delito. Si somos empresa y/o autónomo, los pagos efectuados a compañías de seguros son un costo deducible fiscalmente.

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