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Una cosa es el precio de algo y otra muy distinta su valor. Una cosa es lo que pagas y otra lo que gastas. Una cosa es lo que vale lo que compras y otra bien distinta lo que compras por lo que vale.

En un mercado tan competitivo como es el mundo de los Seguros, son múltiples las ofertas y por tanto los precios a los que los usuarios se ven acostumbrados, pero… ¿es todo oro lo que reluce?

¿es cierto todo lo que se dice en la publicidad?

Es evidente que la publicidad siempre va a mostrar la mejor versión de cualquier producto y/o servicio aunque… ¿debemos creernos todo lo que nos anuncian? Una vez han captado tu atención viene el verdadero trabajo.

Te lo igualamos, te lo mejoramos, te lo rebajamos, te lo financiamos… Son algunas de las coletillas comerciales más populares para hacerte cambiar de Seguro. ¿Cuándo podemos decir que algo es caro? Para empezar no existen cosas caras, sólo depende de nuestros bolsillos. Tendemos a decir que algo es caro porque no queremos aceptar que nuestro presupuesto no nos acompaña.

Lo que es realmente caro, es en igualdad de condiciones y prestaciones, que un mismo producto y servicio tenga precios diferentes. Ahora bien, ¿todos los Seguros son iguales? ¿Todas las personas son iguales? ¿Todas las casas son iguales? ¿Todos los coches son iguales? ¿Todas las personas tienen las mismas necesidades? ¿Todos ahorramos igual? ¿Todos cuidamos nuestra salud de manera saludable?

el seguro mas barato no es el mejor seguro

En el mundo de los Seguros la primera premisa es que no hay dos casos iguales porque son tantas las variables a tener en cuenta, que si no nos damos el tiempo necesario para observar estas diferencias, podemos caer en el error de comparar sólo por el “precio final”.

¿Qué puede hacer variar el precio de un Seguro? El índice de precios de consumo (IPC), la naturaleza del bien asegurado, el perfil del asegurado, el estado físico y la edad del cliente son entre otros factores clave que determinarán el precio final del Seguro contratado. Para valorar una oferta de seguros en su globalidad son tres los elementos a tener en cuenta: uno es el precio (primas), otro es el servicio y por último sus garantías y/o coberturas.

¿Te suena la frase… “lo barato a la larga sale caro”? Hay cosas con las que no debemos negociar y por eso es tan importante tener un Plan de Ahorro para que podamos disponer de lo necesario en caso de apuros en la Vida o simplemente para estar más Seguros, más Protegidos y/o más Tranquilos.

La confianza con tu Agencia de Seguros es directamente proporcional a la confianza que te transmite su Agente y su Equipo. Somos personas que nos relacionamos con personas y en un mundo de personas la misión es crear relaciones que transmitan seguridad y confianza.

Si hemos podido hacerte reflexionar sobre porque hay que pensar antes de dejarse llevar por un precio y dejarse asesorar por quienes bien te quieren ayudar, estaremos más que satisfechos de haberte servido de utilidad y si algo más podemos hacer, es atenderte con inmediatez y proximidad.

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